Quizás alguien se pregunte por qué parte de los librojuegos de ‘Expediente Anunnaki’ transcurre en Estambul. La respuesta es muy sencilla. Me enamoré de esta ciudad en cuanto puse un pie en ella. Esa mezcla de culturas, sumada a la fusión de Oriente y Occidente, dos continentes unidos por gigantescos puentes, aderezada con el siempre presente olor de las especias, simplemente me cautivó.
Todo ello sin mencionar la multitud de edificios y lugares increíbles, con cientos de años de historia, desde la impresionante Santa Sofía, hasta la Mezquita Azul, pasando por el legendario Palacio de Topkapi, la maravillosa Cisterna Basílica o la Torre Gálata. Falta el aire para asimilar todo lo que esta ciudad ofrece al visitante, sensación que se acrecienta aún más cuando entramos en el colosal Gran Bazar. La impresión de estar perdido en un auténtico laberinto sacado de ‘Las mil y una noches’ se vive desde el primer momento, pues si quieres comprar algo en sus más de 3.600 tiendas, no dejes pasar la oportunidad. Si decides regresar más tarde, puedes estar seguro de que no la encontrarás.
Y es que sus intrincadas calles te transportan a otra época, como también lo hacen sus hospitalarias gentes. Los vendedores te saludarán en multitud de idiomas hasta que vean que giras la cabeza, y entonces la charla estará asegurada, así como el trepidante regateo. Si eres de España, te llamarán Isabel Pantoja o Antonio Banderas, siempre con su mejor sonrisa de buenos comerciantes. Y no nos olvidemos del té o de las riquísimas delicias turcas que te ofrecerán en todo momento para ganarse tu confianza, signo más que evidente de los años de historia y de las tradiciones heredadas que recorren las calles del descomunal bazar.
Como no puede ser de otro modo, es obligada la visita a una tienda de alfombras, donde podrás encontrarlas de todos los tamaños y colores, calidades y precios. En la primera imagen me podéis ver participando en la confección de una de ellas. Realicé un único nudo de los miles necesarios para acabar una de estas auténticas joyas. A pesar de que los turcos allí presentes se rieron de mí por ser ése un oficio destinado únicamente a mujeres, como buen escritor no quise perderme la experiencia de participar en un trabajo tan noble y ancestral. A veces me pregunto dónde estará ahora esa alfombra y recuerdo con cariño ese momento que ha quedado reflejado en la imagen.
Quizás por todo esto, en los librojuegos de ‘Expediente Anunnaki’ os he querido llevar a recorrer las calles de Estambul. En verdad, toda Turquía merece ser recorrida en su totalidad, ya que si hablamos de la Capadocia, con sus fabulosas ‘Chimeneas de las Hadas’ (que se pueden ver en la imagen inferior), su visita es obligada si estamos en el país. Por no hablar de las ciudades subterráneas que se pueden encontrar en toda la zona, y que me recordaron a las míticas ciudades de los enanos que podemos encontrar en muchos mundos de fantasía, como mis queridas Tierras de Úrowen, el universo que creé para ambientar la trilogía ‘Los Manuscritos de Neithel’ y los tres librojuegos de ‘Héroes del Acero’.
Por lo demás, aunque la situación política en estos momentos no es la más recomendable, sólo me queda animaros a visitar el país en cuanto tengáis la oportunidad. Mientras tanto, espero trasladaros allí con ‘Expediente Anunnaki’. Como suelo decir cuando acabo mis libros, si tan sólo consigo hacer que uno de vosotros se sienta como si hubiera estado en Estambul después de leer mis librojuegos, todo mi esfuerzo y dedicación habrá merecido la pena.